Ésta es una selección de fragmentos de
textos y elementos teórico-prácticos que inspiran la labor del Ateneo.
Está abierta e irá reflejando distintos
aspectos de nuestra actividad reflexiva.
Textos que nos interpelan, que nos
desafían, que nos hacen pensar.
Fragmentos de:
- Soledad Manrique
- Sonia Abadi
- Rodrigo Castillo Aguilar
- Gloria Edelstein
- Jorge Medina
- Anahí Mastache
- E. Tehart
- Informe Final de Investigación
- Denise Najmanovich
- Telma Barreiro
EL
TRABAJO CON LA PROPIA VULNERABILIDAD COMO PARTE DE LA INTEGRACIÓN ENTRE EL ROL
Y LA PERSONA EN LOS DOCENTES
Manrique, María Soledad - Consejo Nacional
de Investigaciones Científicas y Técnicas. Argentina (CONICET)
Los fragmentos de este texto son parte de
una investigación sobre el impacto formativo del Ateneo Permanente de problemas de la Práctica Docente y fue
presentado por su autora en el VIII
Congreso Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psicología
XXIII Jornadas de Investigación Décimo Encuentro de Investigadores en
Psicología del MERCOSUR. Facultad de Psicología - Universidad de Buenos Aires,
Buenos Aires, 2016.
“Medina (2006; 2010) ha dado cuenta de
algunos de los efectos transformadores del trabajo en el dispositivo a lo largo
del tiempo. A partir del análisis de las vivencias de las participantes ha
señalado la relevancia de integrar el rol y la persona del docente como uno de
los aspectos clave. El presente trabajo se apoya sobre estos desarrollos y
pretende dar cuenta de una de las modalidades particulares que toma el proceso
de transformación subjetiva que Medina ha descripto. El concepto de “trabajo
con la vulnerabilidad” surgió de mi estancia en calidad de observadora
participante en el taller en los años 2015 y parte del 2016. Tomo el término de
la propia expresión de las participantes. El mismo reúne varios sentidos…”
“En el 4to encuentro en que se construyen
esculturas corporales para ilustrar los conflictos, se pone de manifiesto cómo
lo más difícil de ver en uno mismo comienza a aparecer proyectado en otros.
Esto se observa por ejemplo en el momento inicial “recuerdo a mi profe que
intentaba que nos gustara la literatura y no le dabamos bola… yo soy ella
hoy…”. El trabajo con los cuerpos desde lo lúdico expresivo en el momento del
vivencial también colabora en este sentido. Los cuerpos de los otros se
convierten en metáfora de aquello que cada uno está empezando a vislumbrar en
sí mismo, como una pantalla de proyecciones: “en ella vi lo vulnerable”, “era
el guerrero de yoga”. Es decir que lo innombrable aparece en los cuerpos al componer
con ellos esculturas y es puesto en palabras por los espectadores.”
“Es interesante, asimismo, observar que los
insight más profundos tienen lugar en el sharing después del trabajo vivencial,
siendo el comienzo del encuentro siempre más acartonado, con predominio de
expresiones en tercera persona, referencia a generalidades y a logros
personales más que a conflictos y dificultades, como si fuera el momento de la
máscara social que se iría resquebrajando por el trabajo lúdico expresivo y
dramático a lo largo del encuentro.”
“Podríamos también plantear que al dar
cuenta de su confianza en el dispositivo y en el grupo, las participantes más
experimentadas colaboran con la construcción de la red grupal y traccionan, a
su vez al resto del grupo, movilizando todo el trabajo.”
“El coordinador del taller proporciona en
este momento del encuentro el cierre perfecto para este trabajo: lo que planteo
acerca de la integración de la persona no es algo que debe ocurrir anterior a
la integración persona - rol, sino que ese integrarse uno mismo como persona
ocurre en la propia trama de lo vincular, no como algo separado: ´no se trata
de que primero me humanizo y luego integro mi persona a mi rol, sino que nos
humanizamos juntos, con otros y al interior de los vínculos`.”
BIBLIOGRAFÍA
Buchbinder, M. (1993). Poética del
desenmascaramiento, caminos de la cura. Bs. As: Planeta.
Krippendorf, K. (1990). Método de Análisis
de Contenido. Teoría y Práctica. Bs. As: Paidós.
Manrique, 2009-2016. “Formación docente y
transformación subjetiva. El cambio en los modelos mentales y en la práctica
pedagógica.” Proyecto de investigación como Investigadora Adjunta de CONICET.
Matoso, E. (2001). El cuerpo, territorio de
la imagen. Buenos Aires: Letra Viva.
Medina, J. (2006). El malestar en la
pedagogía. El acto de educar desde otra identidad docente. Bs. As: Noveduc.
Medina, J. (2010). El dispositivo
psicodramático -lúdico- expresivo en la formación de docentes de lengua
extranjera. Presentación en las segundas jornadas internacionales de formación
e investigación en lenguas extranjeras y traducción. En el IESLV.
Morín, E. (1994). Introducción al
pensamiento complejo. Barcelona: Gedisa.
Perls, F. (2012). Sueños y existencia. Bs.
As: Cuatro vientos.
Algunos extractos de "PENSAMIENTO EN RED – una nueva disciplina para crear, realizar y vivir", de Sonia Abadi, Buenos Aires, 2007.
www.pensamientoenred.com
www.red-activa.blogspot.com
(Los subrayados en negrita son nuestros)
“…El Pensamiento en Red es un modelo transdisciplinario que
integra avances recientes de la psicología, las neurociencias, la sociología,
la teoría de las redes complejas y las nuevas teorías de la comunicación. Este
modelo, a la vez que explica cómo opera el pensamiento creativo, permite un
entrenamiento que modifica las estructuras mentales procesadoras de las ideas.
El Pensamiento en Red es la exploración, activación y
utilización de un pensamiento integrador que permite estar a la vez imaginando
y realizando, reflexionando e interactuando con los otros y con el mundo.”
¿CÓMO OPERA EL
PENSAMIENTO EN RED?
“La educación formal,
desde la escuela hasta la formación académica, nos condiciona a un pensamiento
lineal, que establece sólo conexiones lógicas, secuenciales y relaciones de
causa-efecto. Para esto, se suele recortar la tendencia natural de los
niños a percibir y pensar en Red. Así, se nos enseña a discernir, analizar,
descomponer un problema en sus diversas partes. A discriminar lo verdadero de
lo falso, la fantasía de la realidad, lo posible de lo imposible, lo coherente
de lo disparatado.
En esta poda, vamos mutilando nuestro pensamiento más
imaginativo, intuitivo y creativo, ese que se atreve a creer y crear más allá
de las reglas establecidas.
Sin embargo, ya adultos obedientes y domesticados, todavía
por momentos nos sorprende encontrarnos con ese pensamiento provocador y
extravagante que enriquece y amplía nuestra percepción y nuestra imaginación. El concepto de Pensamiento en Red expande
el campo de otros métodos de investigación del conocimiento, porque incorpora
la versatilidad y diversidad de los procesos inconscientes como fuentes
inagotables de nuevos links a la Red.
Por otra parte, integra los nuevos descubrimientos acerca de
las leyes que rigen el comportamiento de las redes complejas. Estas leyes se
cumplen también –y esto es lo más novedoso – en las conexiones neuronales y en
el estudio de los procesos de pensamiento creativo. Investigaciones recientes
han revelado que el funcionamiento neuronal está configurado por lazos
ordenados, que siguen una secuencia lógica, pero también por otros lazos
azarosos que funcionarían como los atajos o saltos del pensamiento
característicos de la creatividad.”
EN BUSCA DE LA
INTEGRACIÓN
“…En este modelo, la
razón y la intuición, la ciencia y el arte, se develan como formas
complementarias de aprehensión y transformación de la realidad. Y si bien
estos dos tipos de pensamiento han operado desde siempre tanto en la mente de
los científicos como en la de los artistas, recién hoy comprendemos en su total
dimensión la riqueza del paradigma que los integra.”
“…Cuando nos movemos en forma lineal, percibimos las cosas y
a los otros como obstáculos que hay que sortear, amenazas de las cuales tenemos
que defendernos o trámites de los que nos queremos liberar cuanto antes. La
realidad se nos viene encima. Disponerse a percibir en Red es dejar en
suspenso, quizá solo por un rato, la lista de urgencias y prioridades, y
otorgarles a todos los elementos de nuestro entorno un igual valor.
Para eso se requiere una disposición especial de la mente y
el cuerpo para detectar de una manera integradora lo que llega de afuera.
Cuando lo logramos, la ansiedad y la desesperación por saberlo y resolverlo
todo se calman. Comenzamos a estar realmente conectados con el fluir de las
redes, navegamos con libertad y audacia, orientados
no solo por nuestra capacidad de observación sino también por otras formas de
conocimiento, como la intuición y la empatía. Eso sí, reconocidas, entrenadas,
capaces de guiarnos hacia la esencia de las personas, las ideas y las cosas,
pasando por encima de las apariencias o el disfraz. Ya no solo disponemos
de una “brújula” como instrumento lineal que nos señala el norte, sino también
de un “navegador satelital” que permite encontrar el recorrido más conveniente
y con menor riesgo de error.”
Algunos extractos de "La importancia del contacto para la transformación docente. Una mirada desde la Pedagogía Gestalt" de Castillo Aguilar, Rodrigo.
http://fido.palermo.edu/servicios_dyc/publicacionesdc/vista/detalle_articulo.php?id_libro=544&id_articulo=11406
(Los subrayados en negrita son nuestros)
“Durante la maestría en Pedagogía en la UNAM realicé un proceso de investigación etnográfica en una secundaria pública del DF a partir del cual recuperé las voces e interpretaciones que tanto estudiantes como profesores
realizaban del otro y los alcances que tenían al momento de establecer relación entre sí.
Resultó significativo mirar que tanto estudiantes como docentes recurren con facilidad a las estructuras establecidas sobre lo que ellos y el otro deben ser; elementos heredados o aprendidos en torno a cómo han de comportarse en la escuela. De tal que cuando las actitudes, dinámicas o relaciones no sucedían bajo los cánones establecidos por ese deber ser, las enunciaciones sobre el otro se teñían de juicios y descalificaciones producto del incumplimiento de los atributos y características que se supone deberían cumplir. Para los docentes aquellos estudiantes que no trabajan, son inquietos o irrespetuosos, existen una serie de adjetivos calificativos que pretenden describir dicho comportamiento: flojos, groseros, estudiantes muebles, entre otros. Asimismo los estudiantes recurren a otros adjetivos cuando se refieren a sus profesores que no cumplen con los estereotipos del deber ser, ya sea porque no son exigentes en sus evaluaciones, no revisan todos los trabajos, llegan tarde o no tienen autoridad y control del grupo.”
“…El primer hallazgo fue observar cómo, en la relación cotidiana, existen momentos en que estudiantes y profesores logran mirarse fuera de los esquemas instituidos, dando pie al contacto y transfigurando la noción de sí y del otro que tienen. Cuando esto sucede, se topan con muchos de los elementos propios negados o con factores que anhelan y esperan de sí. Lo que lleva a un cuestionamiento de sí mismos y su papel en el hecho educativo.
El otro hallazgo consistió en descubrir que es más sencillo para un estudiante reconocer y enunciar a sus profesores más allá de los cánones heredados sobre el deber ser en torno a su labor; en mirarlos como otros a partir de sus características humanas. No así para los docentes, a quienes les resultaba complicado mirar al otro-estudiante más allá de las determinaciones sobre lo que éste debe ser.”
“…El problema de investigación
Surgieron así, dos cuestionamientos significativos: ¿cuáles son los factores que intervienen en la negación que hacen los docentes del otro-estudiante? y ¿qué implicaciones tiene el contacto como proceso de encuentro con sí mismo y el otro en la educación y la transformación de la práctica docente?”
“…Durante el trabajo de campo fui descubriendo que son múltiples los elementos que influyen en el proceso de negación que los docentes hacen de sus estudiantes. Las imposiciones externas, los prejuicios y patrones heredados sobre los estudiantes y jóvenes en general, la influencia del contexto global en las actitudes y relaciones en la escuela, el incremento del desprestigio y pauperización de la labor docente, los conflictos personales y familiares, entre otros, agobian a los docentes quienes inmersos en ese contexto priorizan muchos de estos elementos por encima del mirar a los estudiantes como otros.
Asimismo al docente se le responsabiliza en los medios de comunicación, entre los padres de familia y en diversos espacios -incluso en el campo de la investigación educativa-, de la baja calidad de la educación pero pocas veces se les escucha y busca conocer cuáles son los factores y elementos presentes en su labor, así como sus aciertos y errores; entender las estrategias y decisiones que toman para afrontarlos. Los docentes tampoco son mirados por su entorno, ni se miran entre sí. Este proceso de negación que sobre ellos recae, lo reproducen con sus estudiantes y colegas; incluso llegan a negarse a sí mismos y sus necesidades.
En algunas de las entrevistas fue revelador descubrir que algunos docentes tienen interés en mejorar su labor, modificar su relación con los estudiantes y colegas, pero no logran encontrar el camino para ello. Observan que se encuentran paralizados, esperando que alguien les diga cómo resolver los contratiempos que su labor presenta.
Reconocen a partir del contraste entre lo que hacen y dicen de su desempeño en las aulas, cómo niegan mucho de lo que son. Mirar que niegan su humanidad ante los estudiantes y colegas.
Caí en cuenta que los docentes no están haciendo contacto con sí mismos: no son mirados por su contexto, no se miran y no miran a sus estudiantes. Incluso, cuando estos últimos llegan a mirarlos y reconocen sus rasgos
humanos, muchas veces los docentes se sienten descubiertos e indefensos y reaccionan de forma violenta.
Este círculo vicioso en que se encuentra inmersa la educación en su conjunto, es el que permite a los distintos actores (profesores, estudiantes, padres y madres de familia, autoridades) construir discursos sobre la culpabilidad de los otros en los problemas y contratiempos que se presentan. ¿Cómo romper con esa dinámica y abrir el paso a un proceso de reconocimiento mutuo que permita cambiar la lógica? ¿De qué forma se puede dejar de buscar culpables y empezar a reconocer co-responsabilidades para la construcción de soluciones?”
Algunos extractos del libro de Gloria
Edelstein “Formar y formarse en la enseñanza”, edit. Paidós, Bs. As. 2011.
(Los subrayados en
negrita son nuestros)
Sobre la formación
“La formación debería
estimular una perspectiva crítico-reflexiva que favorezca en los profesores un
pensamiento autónomo y su inclusión en dinámicas
de autoformación participada; un trabajo libre y creativo sobre los
propios recorridos y proyectos con vistas a la construcción de una identidad
que es también identidad profesional. En tanto personas, los profesores
necesitan apropiarse de sus procesos de formación y darles sentido en el marco
de sus historias de vida. Esto implica asignar a la experiencia el valor que
merece en la construcción de saberes por parte de los sujetos, otorgando en
consecuencia importancia a la creación de redes de (auto)formación participada.
La noción de
experiencia remite, concebida de este modo, a una pedagogía interactiva, pues
el diálogo entre profesores se torna fundamental para consolidar saberes
emergentes de la práctica profesional y requiere del desarrollo de una nueva
cultura profesional para la creación de redes colectivas de trabajo que
constituyen un factor decisivo como ámbitos de socialización.” (pág. 58)
“El territorio de la formación continua, destaca el autor,
se constituye en oportunidad histórica para que se instauren dispositivos de partenariado (Novoa, 1992:30)…inventar
una partenariado por la positiva, construido a partir de investirlos positivamente de todos los poderes desde la
consolidación de dispositivos de colaboración profesional en espacios
colectivos de trabajo.” (pág. 59)
“Gran parte del movimiento de la práctica reflexiva insiste
en la reflexión de cada profesor de forma individual. No se entiende la
reflexión como práctica social, en la que el colectivo docente aborda el
conjunto de las problemáticas vinculadas con su quehacer. Obviar esta posición
lleva a los docentes a considerar las dificultades como personales, incluso, en
ocasiones como fracasos individuales, sin relación con lo que sucede a otros
colegas o con las estructuras de las instituciones y de los sistemas
educativos.” (pag. 44)
“…Mas aún, en lugar de acentuar la autonomía en relación con
intenciones, decisiones, acciones, se crea con frecuencia una ilusión de
desarrollo que mantiene de maneras sutiles la posición subordinada de los
docentes. La interacción simultánea de
múltiples factores y condiciones genera problemas que no pueden resolverse a
partir de técnicas o reglas preestablecidas; de ahí la necesidad de un
conocimiento emergente, elaborado en el propio escenario de las prácticas.”
(pág. 45)
Sobre la reflexión
“El proceso de reflexión, en tanto se orienta a la resolución de
problemas, requiere la integración de ciertas formas de pensamiento, muchas
veces disociadas en el análisis de los procesos de la práctica: el pensamiento
racional y el pensamiento intuitivo.
En tal sentido, considera como antítesis de una pretensión
de reflexividad lo que podría definirse como pensamiento rutinario, circunscripto
a pautas predeterminadas y, sobre todo, dependiente de principios basados en la
tradición y la autoridad. Recupera, en cambio, la potencialidad en su necesaria
convergencia del pensamiento racional –que procesa de modo lógico, secuencial y
ordenado, con énfasis en el razonamiento deductivo-, y el pensamiento intuitivo
– que da lugar a la imaginación y la creatividad.”
(pág. 27)
“Reflexión como reconstrucción de la experiencia, que opera mediante
tres fenómenos paralelos:
a) Reconstruir las situaciones donde se produce
la acción, atendiendo a características antes ignoradas o reinterpretando y
asignando nuevo significado a las características ya conocidas.
b) Reconstruirse a sí mismos como
profesores/as, adquiriendo conciencia de las formas en que estructuran sus
conocimientos, afectos y estrategias de actuación.
c) Reconstruir los supuestos acerca de la
enseñanza aceptados como básicos, lo que implica analizar críticamente las
razones y los intereses individuales y colectivos que subyacen a los principios
y formas dominantes de concebir la enseñanza.” (pág. 32)
“La reflexión es una práctica que posibilita la
transformación de la materia prima de
nuestras experiencias en determinados productos (comprensiones, compromisos y
acciones) que son la expresión del poder de reconstituir la vida social. Ello
requiere el análisis profundo de las situaciones históricas y sociales que la
enmarcan, y a su vez, el estudio de sus consecuencias. Así considerada, la
reflexión no puede ser concebida como un mecanismo o ejercicio puramente
especulativo en la construcción de interpretaciones o significados. En todo
caso, es el poder de analizar y a la vez transformar las situaciones; expresa
en el ser humano su capacidad de agenciamiento en tanto productor de la
historia, sin que ello signifique perder conciencia de ser a su vez producto de
ella.” (pág. 38-39)
Sobre el distanciamiento necesario
“…Bordieu plantea que
es posible encarar un proceso de autosocioanálisis, de modo tal que el agente social pueda
explicitar sus posibilidades y limitaciones, sus libertades y necesidades
contenidas en su sistema de disposiciones y con ello tomar distancia respecto
de esas disposiciones. Ello merecería
una toma de distancia, una salida del juego, hacer desaparecer las urgencias,
hacer discontinuo el tiempo continuo, ver en un instante hechos que solo se
producen en una sucesión, hacer aparecer relaciones que en la acción son
imperceptibles.” (pág. 111)
“¿Cómo incidir en
esquemas, en habitus, si el sujeto no
los conoce e ignora su potencialidad transformativa? En este punto es clave
la responsabilidad de cada cual sobre esta modificación, pero en ello tiene un
papel central la formación para la toma de conciencia y el análisis de las
prácticas.” (pág. 112)
“Como ejemplo de construcción y mediación pedagógica de la
experiencia de sí, el autor se refiere a las prácticas de formación inicial y
permanente del profesorado cuando se procura que los “participantes
problematicen, expliciten y eventualmente modifiquen la forma en que han
construido su identidad personal en relación con su trabajo profesional”. Estas
propuestas tratan de formar un profesor reflexivo capaz de examinar, regular y
modificar constantemente tanto su práctica como a sí mismo, en las que las
palabras clave recurrentemente son, según el autor: reflexión, autorregulación,
autoanálisis, autocrítica, toma de conciencia, autoafirmación, autonomía, entre
otras.
Expresiones que por cierto entrelazan las decisiones
prácticas que se toman, los comportamientos en el aula, los conocimientos
pedagógicos, con otros de orden más personal como actitudes, valores,
disposiciones, componentes afectivos, etc. En suma, orientaciones en las que se
pretende “formar y transformar no solo
lo que el profesor hace o lo que sabe sino fundamentalmente su propia manera de
ser en relación con su trabajo.”
(pág. 126-127)
Sobre el conocimiento práctico
“…dar lugar al conocimiento práctico, conocimiento
generado por los propios profesores desde sus prácticas, que adopta la forma de
metáforas, imágenes, principios prácticos, esquemas de acción. Conocimiento práctico-personal, situado,
local, relacional, tácito y de oficio, según las denominaciones que le
otorgan en diferentes programas de investigación, fruto de la convergencia de
enfoques cognitivo-constructivistas y metodologías preferentemente
cualitativas, todos con el denominador común de una revalorización de la
práctica y de los prácticos en la construcción de conocimientos acerca de la
enseñanza. Mas allá de los matices, remiten
a un conocimiento directamente relacionado con la acción y metodológicamente
desarrollado a partir del estudio de casos y el análisis intensivo de episodios
de aula.” (pág. 63)
“El análisis de las
prácticas, por el grado de exposición que suponen, demanda que los docentes
asuman el proyecto de taller como propio, atendiendo a la generación de
condiciones necesarias para la producción colectiva. Esto significa
reconocer el taller como un tiempo y espacio valioso para intercambiar saberes
y experiencias, y a su vez como fuente de generación de otras nuevas.” (pág. 76)
Algunos extractos del libro “El
malestar en la pedagogía – el acto de educar desde otra identidad docente”, de
Jorge Medina, edit. NOVEDUC, Bs. As. – México, 2006.
Sobre cultura, persona y su problemática
en relación al rol docente
“…Los hilos de esta
trama han penetrado y constituido los modos de pensar el acto pedagógico, las
ciencias de la educación, nuestros sistemas educativos, sus discursos
concomitantes y las prácticas escolares cotidianas. Han producido (y también reproducido) una cultura de la fragmentación,
de la disociación del ser humano, que se refleja y se esboza en la superficie
de los discursos en un conjunto de variadas y falsas antinomias: razón-afectos,
goce-esfuerzo, trabajo-placer, cuerpo-mente, persona-rol, teoría-práctica.
Ser y deber ser. Homo
sapiens y no Homo ludens”. (pág. 35)
Sobre tensión entre persona y rol
docente: la interdicción de lo humano
“…Difícilmente puede haber sana integración personal que no
incluya los vínculos con los otros. Difícilmente uno pueda desarrollarse como
ser íntegro cuando no deja que los otros también lo logren.”
“…Esta resistencia es lo que llamamos la interdicción de lo humano. La persona pugna por expresarse
inevitablemente, generando una tensión permanente e inevitable con los marcos
culturales y normativos que pretenden prescribir o guiar sus actos.
Interdicción en dos sentidos: como
represión y supresión de la persona que está detrás del rol técnico. Y por otro
lado, la rebelión activa de la persona que se resiste a esa exclusión, que pugna
por retornar del reduccionismo de ser considerada sólo un rol: el rol docente.
...la recuperación del sentido del acto
pedagógico como acto de encuentro humano.” (pag. 97)
Sobre la totalidad de la persona, juego
y pensamiento lúdico
“Podemos entonces comprender al pensamiento lúdico como
aquel que se arriesga a lo indecible, al silencio a lo no controlable. A una
profunda experiencia de diálogo ético en que el docente no puede ni debe
abdicar de su palabra, de su acción, de su ética.
…Un pensamiento que
juega no teme al vértigo, esa pequeña brecha abismal que se abre muchas veces
frente al otro y frente al conocimiento. Y…¿porqué no decirlo? Tampoco teme al
misterio y a lo que aún no puede ser dicho, a lo inaprensible, al silencio
elaborativo. Silencio como espacio de re-flexión, pero también como zona que
precede y prepara nuevas significaciones que podrían advenir.” (pág. 120)
De “Las fantasmáticas de la formación
– Análisis de su incidencia en una clase escolar”, de Anahí Mastache, Incluido
en: Souto Marta: Hacia una didáctica de lo grupal, edit. Miño y Dávila, Bs. As.
1993.
Sobre las representaciones
“Sujetos y grupos se representan los objetos socialmente
significativos. Estas representaciones actúan como un marco de referencia en
función del cual los individuos y grupos definen los objetos, comprenden las
situaciones, planifican sus acciones, etc. Funcionan
como organizadores del pensamiento y la acción, condicionan las relaciones de
los sujetos entre sí y con la tarea, e influyen en los procesos de cambio de
estas relaciones.”
De “Formas de saber pedagógico y
acción educativa o ¿qué es lo que forma en la formación del profesorado?” de E.
Terhart, Revista de Educación, citado en
Daniel Feldman, “Ayudar a enseñar”, Edit. Aique, Bs. As. 1999.
Sobre imágenes
“El profesor no se “hace” conservador en el trabajo, sino
que vuelve a ser conservador, ya que, ante la incertidumbre en que se
desarrolla su práctica, recurre a actitudes y principios de acción que aprendió
de sus maestros durante su propia experiencia” (Terhart).
Para este autor, los
esquemas incorporados durante la vida escolar, sólo pueden ser removidos
mediante un proceso profundo de revisión de imágenes.” (pag. 96)
Algunos extractos del Informe Final
del Proyecto de Investigación 2006-2009 “El abordaje psicodramático-expresivo
como dispositivo de formación docente y como elaboración de representaciones,
imágenes y concepciones sobre las prácticas de enseñanza en lengua extranjera”
Sobre la necesidad de espacios
alternativos de formación docente.
“Se
vislumbra aquí la necesidad de generar espacios alternativos de formación
docente que intenten superar las limitaciones y carencias de una tradición de
formación aún imperante en gran parte de las instituciones educativas.
Esta
concepción es hoy el blanco de profundas críticas por parte de amplios sectores
del pensamiento pedagógico, por su carácter propiciador de sujetos
reproductores en lugar de tender a formar auténticos productores de
conocimiento en un marco de formación de carácter procesual y permanente.”
(pag. 9)
Sobre la capacitación de docentes reflexivos de su propia práctica
“Surge entonces la
necesidad de proponer líneas de capacitación tendientes a desplazar el eje de
un docente entendido desde una concepción tecnicista, en sentido
restringido, como ejecutor técnico frente a grupos estandarizados, a la concepción de un docente de mirada
compleja y estratégica sobre un objeto de estudio y un campo de actuación; una concepción orientada hacia la formación de
un sujeto reflexivo sobre su práctica, una práctica que resulte fundante en la
búsqueda de nuevos conocimientos… en contextos reales de enseñanza.” (pag.10)
Sobre el fracaso escolar y dificultades
de aprendizaje
“Esta situación adquiere particular importancia en una época
como la nuestra, signada por la alta conflictividad socioeconómica, un
creciente sentimiento de “malestar en la
cultura” (S. Freud) que se expresa en parte en el fracaso escolar y en
dificultades de aprendizaje en amplios sectores del alumnado con actitudes apáticas y de baja autoestima tanto en
alumnos como en docentes.”
“El abordaje de esta situación desde el campo de la
formación implica (entre otras cosas) proveer al docente de experiencias
formativas y de un andamiaje teórico-metodológico que le permitan afianzar su identidad profesional y estructurar
marcos referenciales y esquemas móviles de pensamiento, para comprender y
actuar en zonas críticas de las prácticas cotidianas atravesadas por múltiples
contextos: grupal, áulico, institucional, socio-cultural y político.”
“Resulta relevante
entonces plantear experiencias de formación docente que se abran a modelos de problematización de la
práctica.” (Cristina Davini, citada en Proyecto de Investigación, pag. 10)
Sobre la pedagogía de la indagación
“El punto de partida de esta pedagogía es la indagación
sobre la práctica entendida como la acción humana y profesional dentro de un
contexto social e institucional. El camino de la indagación es la pregunta:
¿cómo hago, qué dificultad tengo cuando lo hago, en qué situación lo hago,
porqué lo hago así?… etc. ... El co-pensar cooperativamente y la
discusión solidaria lleva a detectar los problemas que plantea cada situación.”
(Cristina Davini, citada en Proyecto de Investigación, pag.11)
Sobre el desarrollo de experiencias
formativas que problematicen lo planteado
“Pero toda esta
reformulación será posible en la medida en que se desarrollen experiencias
formativas adecuadas para tal fin. Experiencias que introduzcan una fuerte
carga vivencial a partir de las prácticas reales, que posibiliten
desestructurar y reestructurar marcos de referencia y pre-concepciones,
matrices de aprendizaje y representaciones en un nivel mas profundo, mas allá
de lo estrictamente verbal.” (pag. 14)
“Pensar al docente mismo (y no sólo a los alumnos) como ser
integral y su relación con los procesos de personalización-despersonalización,
su conflicto y su significación, implica darle lugar en la formación.
Implica sacarlo del
lugar del “olvido”, de “lo supuesto”, de lo reductible. Se requieren
experiencias formativas más radicales que involucren toda la persona, su
pensamiento, imágenes y acción. Experiencias que desciendan al sustrato mismo de donde surge su matriz de
aprendizaje, su historia educativa y sus modelos de acción y estereotipos
interiorizados; a aquellos lugares desde donde se construyen los modos de
aprender a aprender, el saber implícito, las percepciones y la representaciones
sobre la práctica docente.” (pag. 15)
Sobre el Dispositivo Psicodramático –Lúdico-Expresivo
“Este modelo trabaja
a partir de los problemas y conflictos vividos como tal por los docentes y
pedagogos en su práctica real. Problemas y conflictos que, a partir del
dispositivo psicodramático y lúdico se constituyen en auténticas escenas que
posibilitan el encuentro de los formadores con sus estereotipos, sus
estructuras cristalizadas, sus personajes interiorizados, sus escenas temidas,
el encuentro con su cuerpo y sus marcajes históricos.”
“En lo fundamental,
el psicodrama es un procedimiento generalmente grupal, en el que los
asistentes, a partir de la coordinación de un profesional idóneo, dramatizan
(representan) escenas significativas para ellos a la manera de un teatro. El
argumento de las escenas es proporcionado por el grupo mismo o es sugerido por
el coordinador.” (pag. 19)
“Las escenas que
traen los docentes de su práctica, se constituyen en lugres de condensación, de
confluencia de los múltiples factores que traviesan una situación, requiriendo
así de una mirada multidimensional y compleja que descubra los diversos niveles
de multideterminación de las escenas , desde lo individual, lo
interpersonal, lo grupal, lo institucional, lo sociocultural y político y lo
instrumental.” (pag. 20)
“Las escenas
psicodramáticas con docentes aparecen como lugar de interpelación al discurso
pedagógico. Es desde lo real que se hace presente en las escenas que
interrogamos al saber pedagógico.”
“Partimos de la consideración de que el trabajo y la
capacitación en este sentido, sólo es posible a partir del docente mismo, su
praxis y su campo de problemáticas y se basa en el entendimiento de que no hay
cambio educativo si los docentes no son partícipes protagónicos de los
cambios.” (pag. 20)
Algunos extractos del artículo: “Pensar La Subjetividad”, de
Denise Najmanovich, Utopía y Praxis Latinoamericana, Revista Internacional de
filosofía Iberoamericana y Teoría Social, Universidad de Zulia, Venezuela, Año
6 N° 14, Septiembre 2001.
(Los subrayados en negrita son
nuestros)
Sobre otras formas del conocer
“Los modelos teóricos de la
modernidad se han caracterizado por una restricción profunda a explorar lo
diverso, a dar cuenta de lo diferente, lo creativo, lo no domesticable, lo que
se inscribe como acontecimiento y no puede fosilizarse en un modelo, o en una
estructura, o en un pattern fijo.”
“…El conocimiento, desde la
perspectiva pos-positivista, no es el producto de un sujeto radicalmente
separado de la naturaleza, sino el resultado de la interacción global del
hombre con el mundo al que pertenece. El observador es hoy partícipe y creador
del conocimiento. El mundo en el que
vivimos los humanos no es un mundo abstracto, un contexto pasivo, sino nuestra
propia creación simbólico-vivencial.
Sin embargo, que nuestras
ideas del mundo sean construcciones no quiere decir que el universo sea un
“objeto mental”, sino que al conocer no
podemos desconectar nuestras propias categorías de conocimiento, nuestra
corporalidad, nuestra historia, nuestras experiencias y nuestras sensaciones.
El mundo que construimos no
depende sólo de nosotros, sino que emerge
en la interacción multidimensional de los seres humanos con su ambiente,
del que somos inseparables.
El sujeto como un devenir en el
intercambio
Desde los enfoques de la
complejidad, el sujeto no es meramente
un individuo, es decir un átomo social, ni una sumatoria de células que
forman un aparato mecánico, sino que es
una “unidad heterogénea” y abierta
al intercambio. El sujeto no es una sumatoria de capacidades, propiedades o
constituyentes elementales, es una organización emergente. El sujeto sólo
adviene como tal en la trama relacional de su sociedad.
Las propiedades ya no están en las cosas sino “entre”
las cosas, en el intercambio. Desde
esta nueva mirada, tampoco el sujeto es un ser, una sustancia, una estructura o
una cosa sino un devenir en las interacciones.
Las nociones de historia y
vínculos son los pilares fundamentales para la construcción de una nueva
perspectiva transformadora de nuestra experiencia del mundo y de nosotros
mismos. Y este cambio no solo se da a
nivel conceptual, sino que implica abrirnos a una nueva sensibilidad y a otras
formas de actuar y de conocer, a otra ética y a otra estética, ya que desde
la mirada compleja, estas dimensiones son inseparables en el convivir humano.”
“…La historia no es mera repetición, ni despliegue de
lo ya contenido en el pasado…”
Algunos
extractos del libro “LOS DEL FONDO, Conflictos, vínculos e inclusión en el
aula” de Telma Barreiro, editorial
Novedades Educativas, Bs. As. 2011.
El
mundo interno o la configuración subjetiva del alumno “del fondo”
Como
dijimos, los docentes se topan frecuentemente con conductas inadecuadas,
inadaptadas al rol y a las expectativas “normales”, y muchas veces con un
conjunto de actitudes desafiantes. Para ellos, ése es su alumno. Lo que
percibe, lo que le llega del alumno, es su conducta. Pero lo que está viendo,
en realidad, no es sino una máscara, una “representación del rol”, una manera
(ciertamente anómala, bizarra) de jugar el papel de alumno. Lo que no puede ver, naturalmente, es su mundo interno. De ese mundo
interno nada sabe. Ve un chico apático o desafiante, que no obedece las
consignas, que cuestiona su autoridad. ¿Qué se esconde detrás de esa máscara?
Nuestra hipótesis centra es que, en una parte
significativa de los casos, los chicos “del fondeo”, de “la bruma”, de la
franja de los excluidos, están afectados por el síndrome del fracaso.
El
síndrome del fracaso
… Es muy probable que aquel chico que siente
que no entiende, y que no va a salir adelante, se “bloquee” intelectualmente y
se aísle, adoptando una actitud de distracción, de dispersión o de
ensimismamiento o, por el contrario, que acapare la atención con una conducta
disruptiva.
Todo esto tiene que ver con el estigma del fracaso. En una sociedad
donde se polariza tanto el sentido de la existencia personal en torno al eje “éxito/fracaso”, donde todo está destinado (concursos, publicidad) a
destacar el éxito, donde el fracaso se vive casi como una deficiencia moral, el
tener a la vista al otro que sí entiende, que sí obtiene buenas notas, puede
ser muy denigrante para ese joven o ese niño que viene ya, probablemente del
maltrato y del padecimiento.
En una
sociedad donde se valora tanto el éxito, él es un perdedor. La dicotomía
“ganador-perdedor” está instalada en la cultura. Los
concursos, las competencias, penetran el mundo, particularmente a través de esa
gran “educadora universal”, de esa “maestra implacable” que es la televisión,
donde se festeja de mil modos a los que triunfan y se va “descartando” de
manera impiadosa a los perdedores.
Esto
implica, en el nivel de la configuración psíquica del alumno que no logra salir
adelante, la secuela de una baja autoestima y la auto profecía de fracaso, esto es, en síntesis, sentimientos negativos hacia sí mismo (de
rechazo, y quizás hasta de desprecio). Resulta difícil aceptar esto porque muchas
veces los chicos no adoptan una actitud humilde y temerosa o sometida que uno
podría esperar de quien se siente inferior, sino que, por el contrario, adoptan
actitudes desafiantes y rebeldes. Eso no encaja, dentro de nuestro imaginario
social, con alguien que está sufriendo por una minusvalía.
Y es
que, por un lado, las conductas desafiantes bien pueden ser una forma de
defensa o máscara protectora para
encubrir el malestar. Y, por otra parte, no es de
extrañar que la persona afectada pueda experimentar fuertes sentimientos de
envidia y celos, y también resentimiento, agresión y violencia, que se
traducen, a veces, en conductas disruptivas.
Dada esta situación, es natural que se forme
el grupo de los chicos que se sienten fracasados, que tienen sensación de
impotencia. Formar parte de estos grupos da sensación de identidad, cierto
grado de reconocimiento social (aunque sea negativo) y también satisface la
necesidad de pertenencia. (págs. 35-36-37)
…Sería
totalmente ingenuo, erróneo e ilusorio (y hasta irresponsable) suponer que nada
de lo que pasa en la institución, dentro del aula, o en relación con el
accionar de las figuras de autoridad, es irrelevante en la emergencia y, sobre
todo, en la consolidación de tales conductas agresivas.
Es indispensable que la escuela, los docentes,
las autoridades, todos los adultos responsables del desarrollo, el aprendizaje
y la convivencia de los alumnos dentro de la institución, tomen conciencia del
rol que están llamados a cumplir en la consolidación de espacios de salud, en
la conformación de una intersubjetividad constructiva, favorecedora de la
empatía e inhibidora de la violencia, en la gestación de un clima grupal e
institucional donde prevalezca una afectividad de signo positivo. (pág. 157)
Fotógrafa: Mariana Goldman
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